6 sesgos cognitivos que pueden afectar tu efectividad
Semana #109
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Nuestra percepción suele poner filtro en lo que vemos y escuchamos. Cuando esto ocurre nuestra capacidad de transformar la realidad que nos perturba, se reduce.
Las verdades que nosotros construimos, están siempre influenciadas por nuestras experiencias previas, nuestra historia y por todo lo que nos rodea. Y muchas veces, estas formas de ver e interpretar el mundo se convierten en sesgos cognitivos que pueden limitarnos en la tarea de promoción de innovaciones.
Explora aquí 6 de los sesgos más comunes y descubre como salir de su “trampa”.
Crédito: https://redextensionrural.blogspot.com/2024/03/6-sesgos-cognitivos-que-pueden-afectar.html
Un sesgo cognitivo es un efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento mental, y que lleva a una distorsión, juicio inexacto, razonamiento ilógico. Ocurre sobre la base de la interpretación de una información disponible. Cuando se presentan como patrones sistémicos, logran distorsionar nuestra percepción, nuestra memoria, la forma en que pensamos, y afectan nuestra toma de decisiones.
La existencia de sesgos cognitivos, parece ser un rasgo adaptativo surgido durante la evolución humana. Los desarrollamos para tomar decisiones rápidas frente a estímulos potencialmente dañinos. Por ejemplo, en situaciones críticas, donde se requiere de una respuesta inmediata, pueden ser más valiosos para la supervivencia que un análisis detallado.
Los sesgos cognitivos permiten desarrollar modelos simplificados del mundo o de la realidad que nos rodea, con el propósito de facilitar el proceso de toma de decisiones bajo situaciones complejas. Nos permiten reducir las tareas mentales más difíciles, en tareas más sencillas.
La noción de sesgo cognitivo fue introducida por Daniel Kahneman y Amos Tversky en 1972, y surgió de su experiencia con personas que no podían razonar intuitivamente con órdenes de magnitud muy grandes. Demostraron la existencia de varios patrones de situaciones en que los juicios y decisiones humanas diferían de lo predecible según la teoría de la elección racional. Explicaron estas diferencias en términos “heurísticos”, es decir, procesos intuitivos pero que introducen errores sistemáticos. Algunos investigadores posteriores, han sugerido la posibilidad de ver los sesgos cognitivos no como errores, sino como atajos empleados por los humanos a la hora de predecir y tomar decisiones, sobre todo cuando no hay mucha información.
Si bien hay debates sobre el origen y la interpretación de estos, lo cierto es que ocurren. Por tanto, creemos necesario ponerlos en la “mesa” de nuestra consideración. En especial si se hacen presentes de manera subliminal cuando intervenimos en procesos psicosociales orientados a la promoción de innovaciones.
Lo importante no está en tener la razón, sino en tener en cuenta todas las posibilidades que existen para “explicar la realidad”. También será central ser consientes sobre cómo los prejuicios, muchas vecen nos llevan a tomar decisiones equivocadas. Por ello, a continuación, a manera de listado incompleto, presentaremos los “sesgos cognitivos” más comunes, su descripción y algunas opciones para evitar sus efectos distorsivos de la realidad.
6 sesgos cognitivos
En el contexto de trabajo en asistencia técnica y extensión para la promoción de innovaciones, los sesgos cognitivos pueden afectar la tarea de varias maneras. Veamos un listado de los 6 principales sesgos cognitivos y sus alternativas para evitarlos
1- Sesgo retrospectivo.
El sesgo retrospectivo, o prejuicio de retrospectiva, o recapitulación, es un sesgo cognitivo que ocurre cuando los individuos, una vez que conocen el resultado final de un hecho, modifican su recuerdo al pensar que siempre supieron lo que iba a ocurrir.
Se crea así un falso recuerdo en el que los individuos piensan que sabían la solución antes de que esta ocurriera. Incluso siguen pensando que ya conocían la respuesta a pesar de que se les muestra el resultado.
Mitigación: Este sesgo se pone en evidencia fácilmente, cuando se registran las predicciones de los individuos, y se da cuenta de que objetivamente nadie había acertado el resultado antes de conocerlo. Si se identifica la persistencia de este sesgo en algunos participantes, una forma de reducirlo es haciendo que cada uno exprese todas las posibles hipótesis en juego de aquellas opciones que consideran correctas. De esta forma se induce a que el individuo dude de todas las posibilidades que no ha acertado, reduciendo así el sesgo retrospectivo.
2- Sesgo de correspondencia.
El sesgo de correspondencia, conocido también como el error fundamental de atribución o efecto de sobre atribución, es la tendencia o disposición de la gente a sobrevalorar los motivos personales internos, a la hora de explicar un comportamiento observado en otras personas. Aquí se tiende a enfatizar los aspectos internos, frente a los externos, cuando se explican las acciones de los demás.
En otras palabras, la gente tiende a explicar comportamientos basándose más en qué "tipo" de persona los ejecuta, que en los factores sociales y ambientales que rodean e influyen a dicha persona. Esta presunción por defecto genera explicaciones erróneas del comportamiento. Cuando aparecen sesgos de correspondencia se generan errores de atribución a partir de una inconsistencia basada en la perspectiva.
En la tarea de promoción de innovaciones podemos caer en este sesgo cuando nos vemos inclinados a buscar o interpretar información de manera que confirmen nuestras creencias preexistentes sobre lo que funciona o no. Esto puede llevar a descartar información contradictoria o a no considerar alternativas viables.
Mitigación. Si aparece este sesgo se pueden hacer varias cosas. Analizar la evidencia de manera objetiva: intentar recopilar y analizar una amplia gama de evidencia, incluidos datos cuantitativos, investigaciones científicas y opiniones diversas. Considerar múltiples perspectivas: No centrarse únicamente en una única experiencia o punto de vista. Evaluar la credibilidad de las fuentes: no todas las experiencias personales o testimonios son igualmente confiables. Aplicar el pensamiento crítico: reflexionando sobre cómo las propias experiencias y creencias pueden influir en la percepción de la información. Buscar datos y pruebas objetivas: priorizando la información objetiva y verificable sobre las opiniones o anécdotas. Utilizar técnicas de toma de decisiones basadas en evidencia: usar técnicas como el análisis costo-beneficio y la evaluación de riesgos para tomar decisiones.
3- Sesgo de confirmación.
El sesgo de confirmación es una tendencia cognitiva que lleva a las personas a buscar, interpretar y recordar información de manera selectiva para confirmar sus creencias o hipótesis preexistentes, mientras ignoran o descartan información que contradice esas creencias. Este sesgo puede distorsionar la forma en que percibimos la realidad y puede influir en nuestras decisiones y opiniones de manera significativa.
Un reforzador claro de este sesgo lo encontramos en las redes sociales virtuales, cuando damos «me gusta» a un posteo, comentario o apreciación, automáticamente el algoritmo nos devuelve opiniones similares, lo que ayuda a confirmar y reforzar nuestra apreciación.
Mitigación. Para evitar el sesgo de confirmación, aquí hay algunas estrategias que se pueden emplear. Mantener una mente abierta: considerar diferentes puntos de vista y aceptar que nuestras creencias puedan estar equivocadas. Buscar activamente información contraria: En lugar de buscar únicamente información que respalde tus creencias, es importante buscar activamente información que las desafíe. Evaluar críticamente las evidencias: ser crítico y considerar la calidad y la fiabilidad de la evidencia. Buscar la opinión de otras personas: que tengan diferentes puntos de vista ayuda a obtener una perspectiva más amplia. Mantener una actitud escéptica: no dar por sentado que la información que respalda nuestras creencias es necesariamente cierta.
4- Sesgo de autoservicio
El sesgo de autoservicio, o sesgo por interés personal, aparece cuando la gente se auto atribuye el crédito personal en sus éxitos, pero no en sus fracasos. Se manifiesta también cuando la gente tiene la tendencia a evaluar algunas situaciones en forma ambigua de tal forma que beneficie a sus propios intereses.
Este sesgo, también conocido como sesgo “egoísta” ocurre como resultado de una explicación motivacional, es decir, un gran deseo de proteger la propia autoestima. Las causas de los resultados negativos tienden a ser atribuidas a carencias personales, las cuales pueden relacionarse luego con la depresión. Por eso, este sesgo cumple una función protectora de la autoestima.
Mitigación. El sesgo de autoservicio puede tener un impacto significativo en cómo percibimos nuestros éxitos y fracasos, así como en cómo evaluamos situaciones ambiguas en función de nuestros propios intereses. Aquí tienes algunas estrategias para mitigar este sesgo. Fomentar la autoconciencia: Reconocer y reflexionar sobre tus propios éxitos y fracasos de manera objetiva. Atribuir el éxito a factores externos también: En lugar de atribuir todo el crédito de tus éxitos únicamente a tus habilidades y esfuerzos personales, reconocer la influencia de factores externos como el apoyo de otras personas, el contexto y la suerte. Asumir la responsabilidad de los fracasos: reconocer las propias contribuciones a las situaciones difíciles, permite aprender de los errores para mejorar en el futuro. Buscar retroalimentación honesta: solicitar retroalimentación de personas de confianza y aceptar tanto los elogios como las críticas. Practicar la empatía: ponerse en el lugar de los demás y considerar sus perspectivas y necesidades.
Al aplicar estas estrategias, puedes mitigar el sesgo de autoservicio y desarrollar una perspectiva más equilibrada y objetiva de tus propios logros, fracasos y decisiones.
5- Sesgo de falso consenso.
Este sesgo aparece como resultado de una tendencia, experimentalmente corroborada, de creer que las propias opiniones, creencias, valores y hábitos están más extendidos entre el resto de la población, de lo que realmente lo están. Esta creencia es un sesgo que exagera la confianza de los individuos en sus propias creencias, aun cuando éstas sean erróneas o minoritarias.
Este sesgo puede aparecer en los grupos cuando se intercambian opiniones. En los procesos de asistencia técnica o extensión orientados a la innovación, una opinión grupal consensuada, sin oposición, tiende a ser considerada como “universal”. Es decir, se pueden tomar decisiones erróneas dado que se cree que todos, incluso los que no están vinculados al proceso, piensan igual que el grupo.
Mitigación. El sesgo de falso consenso puede tener un impacto significativo en la toma de decisiones y la percepción de la realidad. Aquí tienes cuatro opciones para mitigar este sesgo. a- Fomentar la diversidad de opiniones y perspectivas. Exponerse a una variedad de opiniones y puntos de vista, participando en discusiones abiertas, leyendo fuentes diversas y buscando activamente opiniones diferentes a las propias. b-Validación empírica y búsqueda de datos objetivos. Dejar de depender únicamente de suposiciones o percepciones subjetivas, buscando datos objetivos y evidencia empírica para respaldar o refutar nuestras creencias. c-Práctica del pensamiento crítico y la autoevaluación. Estar abiertos a cuestionar nuestras propias creencias, examinando de manera crítica nuestras suposiciones y buscando activamente información que desafíe nuestras opiniones preexistentes. d- Sesiones de sensibilización y entrenamiento. Organizar sesiones de sensibilización para ayudar a las personas a reconocer dicho sesgo en sus propios pensamientos y comportamientos. Además, puede ayudar a mejorar la interacción y debatir sus diferencias de opiniones.
6- Sesgo de disponibilidad
El sesgo de disponibilidad ocurre cuando, por ejemplo, se llega a la conclusión de una recomendación en base a información fácilmente disponible o reciente, en lugar de buscar una gama más amplia de datos. Esto puede llevar a decisiones subóptimas si la información disponible no es representativa o completa.
Cuanto más accesible sea un suceso, más frecuente y probable parecerá; cuanto más viva sea la información, más convincente y fácil de recordar será; y cuanto más evidente resulte algo, más causal parecerá (2).
Esto es así porque, a lo largo de su evolución, el cerebro humano ha optimizado el trabajo mental requerido para tomar una decisión evitando que gastemos tiempo y esfuerzo para llegar a conclusiones más o menos correctas, sobre todo en asuntos críticos, de supervivencia.
En el contexto de la tarea de extensión, este sesgo puede afectar de varias maneras: puede llevar a una visión sesgada de la situación, por ejemplo, si un técnico extensionista tiene una experiencia negativa con cierto enfoque o técnica, es más probable que recuerde ese incidente y lo considere más representativo de la efectividad general de esa técnica, incluso si hay evidencia que sugiere lo contrario. También puede dar más peso a casos extremos o anecdóticos que son más fácilmente recordados, en lugar de considerar datos más representativos o estadísticas completas. O si se consideran ciertos problemas o enfoques que reciben una atención mediática intensa, es más probable que estén fácilmente disponibles en la mente de las personas. O subestimar aquellos riesgos menos visibles, arriesgando la atención sobre problemas importantes, pero menos visibles.
Mitigación. Para mitigar el sesgo de disponibilidad en la tarea de asistencia técnica y extensión `para la innovación, es importante recopilar datos completos y representativos, considerar una variedad de fuentes de información, y fomentar un enfoque basado en la evidencia y el análisis objetivo en lugar de depender únicamente de la disponibilidad de ciertos recuerdos o casos destacados.
Sugerencias finales
Independientemente del sesgo que se quiera analizar para corregir, podemos resumir la estrategia de atención en 3 simples pasos que ayudarán a mejorar los efectos negativos de los sesgos
a- Impulsar el análisis crítico sobre nuestra forma de pensar. Nuestros valores, principios y creencias pueden aprisionarnos al momento de analizar una situación que requiera tomar decisiones. Revisar el proceso de selección de información que usamos. Estar atentos a nuestras reacciones cuando recibimos un dato nuevo. Reconocer en este acto si aplicamos prejuicios, en especial como corroboramos esta información.
b- Escucha activa. Esta capacidad permite conectar con las personas con las que interactuamos para estar seguros de haber recibido el “verdadero” mensaje que quieren transmitirnos. Esta capacidad no es fácil de adquirir, requiere un entrenamiento especial que en futuros posteos trataremos de abordar.
c- Dudar de nuestra capacidad de interpretación. Tener la agudeza y rapidez suficiente para saber si tenemos todos los elementos necesarios para una interpretación no sesgada de la información bajo análisis. Debemos desarrollar una “alarma” para que opere en los momentos de análisis, como una alerta de que nuestro cerebro ha entrado en un “modo rápido”, con alto riesgo de fallar en sus conclusiones.
Bibliografía consultada:
Sesgos congnitivos https://es.wikipedia.org/wiki/Sesgo_cognitivo
(2) Scott Plous. The availability heuristic. The psychology of judgment and decision making. 1993, McGraw-Hill, NY
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