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No todas las conversaciones en los procesos participativos son constructivas y nos acercan a un resultado compartido. Si deseamos mejorar esta condición, necesitaremos identificar los patrones de comunicación que se ponen en juego.
Comprender estas condiciones durante los diálogos, nos permitirá crear conversaciones generativas. Un ingrediente clave para un cambio colaborativo.
Créditos: https://redextensionrural.blogspot.com/2024/01/como-podemos-pensar-juntos.html
Si trabajas en la promoción de procesos participativos para promover innovaciones, te será de mucha utilidad saber explorar cómo instalamos conversaciones unos con otros. ¿Por qué? Porque las conversaciones son el alma de estos procesos.
Se pueden distinguir al menos cuatro tipos de conversaciones que nos permitirán responder la pregunta de este posteo: ¿Cómo podemos pensar juntos? La propuesta de resolución que abordaremos implica reconocer estos cuatro tipos, para poder, a partir de ello, crear un ambiente que nos permita conversar de maneras más “generativa”, es decir, vivificantes, efectivas, divertidas y transformadoras.
Para lograrlo, nos basaremos en la propuesta que Otto Scharmer desarrolló con el nombre de Diálogo Generativo a finales de los años 1990 en el Instituto Tecnológico Massachussets (MIT). El grafico que acompañamos en este posteo es un resumen de los cuatro cuadrantes que describe la propuesta. Si lo exploras con detenimiento, de seguro recordarás conversaciones que has vivido en proceso grupales, y que se representan en cada una de las imágenes de los cuadrantes.
Este “modelo” puede servir como una “lente” para reconocer la calidad y efectividad de las conversaciones en procesos colaborativos. Como facilitador, te ayudará a mejorar tu competencia en los procesos de gestión del cambio. Si apuestas a crear un ecosistema colaborativo, será crucial equilibrar la aparición de estos cuatro tipos de conversaciones para lograr conversaciones generativas. Este equilibrio garantizará la satisfacción de las intenciones de indagación que tenemos los participantes, por ejemplo, cuando queremos comprender al otro, su punto de vista, o una situación que se presenta, y las intenciones de avances, por ejemplo, cuando intentamos proponer un modo de resolución, o simplemente hacernos entender.
Vemos ahora cada uno de los cuadrantes para poder entender cómo aprovecharlos. Comenzaremos en el cuadrante inferior izquierdo, e iremos siguiendo la descripción según la línea punteada del gráfico, que indica el camino para lograr conversaciones profundas y vivificantes.
1. Cortesía. Las conversaciones e interacciones grupales suelen comenzar en este cuadrante inferior izquierdo. En el inicio de un proceso participativo grupal, las personas tenemos la tendencia a ajustar nuestras conversaciones a las convenciones sociales. Compartimos mediante diálogos que usamos antes, aportando historias, ideas y opiniones en base a experiencias previas. Este comportamiento que podemos llamar de “cortesía”, se acomoda a las reglas (tácitas) del comportamiento conjunto, sesgando el proceso hacia el "Todo" sin la necesidad de poner en juego la conciencia autorreflexiva, tal como lo definen los dos ejes del gráfico.
2. Separación. En este cuadrante, una o más personas rompen las convenciones sociales para decir lo que realmente piensan o sienten. Esto “sacude” el estado de la “cortesía” con el que se había iniciado. Al romperse el hielo, el grupo cruza el eje vertical que divide el “Todo” y se ubica en la “Parte”. Este estado permite que otros también comiencen a hablar sobre sus pensamientos y sentimientos auténticos, o al menos, si no lo expresan entran en contacto con ellos.
3. Consulta. Este tercer tipo de conversaciones implican traspasar la línea horizontal del cuadrante. Mientras en el área inferior predominan las intervenciones sin autorreflexión, al pasar a la zona superior las conversaciones comienzan a operar desde la autorreflexión. Para que un grupo cruce la línea horizontal hacia el área superior, donde se disparan procesos de indagación, al menos una persona debe haber comenzado a reflexionar sobre sus pensamientos y enfoques. Aquí, los participantes se dan el permiso de “suspender” sus juicios y suposiciones, relajando la firmeza de sus creencias, que en la mitad inferior no se negociaban. Al pasar a esta área superior, el grupo se “abre” a la posibilidad de crear y capitalizar nuevas formas de ver el mundo y estar en él.
4. Fluir. Finalmente, en este cuarto cuadrante, menos frecuente, los límites se difuminan y las personas "piensan juntas". El grupo fluye a través de una experiencia de vinculación y complementación diferente. La conversación se hace más lenta. La gente escucha profundamente y los silencios están llenos de significado compartido. Por ejemplo, es común que los participantes se animen a completar las oraciones de los demás. Hay una sensación tangible de comunión. Aquí, cualquiera que hable, parece tener la capacidad de expresar la inteligencia colectiva del grupo.
Transitar los cuadrantes
Ahora que conocemos el “mapa” para llegar a lograr conversaciones generativas que nos permitan pensar juntos, tu tarea como promotor de procesos participativos, será la de intérprete del recorrido y guía. Esa capacidad “GPS” para navegar con el mapa, solo se logra desde la ESCUCHA ACTIVA.
La escucha activa es una habilidad de comunicación que implica prestar total atención a lo que otra persona está diciendo, comprendiendo su mensaje, mostrando interés y respondiendo de manera reflexiva. Consiste en concentrarse plenamente en el hablante, evitar interrupciones, hacer preguntas para clarificar y demostrar empatía para comprender y validar sus emociones. La escucha activa es fundamental para establecer una comunicación efectiva y construir relaciones sólidas. A través de ésta, serás capaz de reconocer en qué cuadrante están ocurriendo las conversaciones para ayudar luego a progresar el proceso. Aquí van algunas pistas que pueden orientarte en la tarea.
A medida que va pasando el tiempo de conversación, los grupos suelen migrar con naturalidad de la Cortesía (1), a la Separación (2). El riesgo de permanecer en Cortesía, reducirá la seguridad del grupo siendo también poco estimulante. Por eso, un poco de Separación generará una incomodidad que los movilizará, siendo una buena señal de progreso hacia conversaciones generativas, creadoras. También suele ocurrir que luego de estar durante un tiempo de conversación en el tipo Separación, el grupo regrese a la Cortesía. Esto sirve para descomprimir conversaciones “calientes”, que obliguen un respiro al amparo de la Cortesía. Las oscilaciones de los grupos entre estos dos primeros cuadrantes es lo más común de observar.
Un riesgo que habrá que considerar como promotor, es el resguardo de aquellos que se animaron a separarse de la Cortesía. Dependiendo del nivel de confianza o conocimiento entre los participantes, este ejercicio dialectico puede dejar algún “herido” o alguna “baja” en el proceso. Nuestra tarea entonces será asegurar y demostrar la importancia que tienen las posiciones divergentes para lograr conversaciones generativas.
La mitad superior del gráfico corresponde al estado en el que las conversaciones navegan por la investigación o la indagación. Aquí las conversaciones de los participantes ocurren en una dimensión totalmente diferente. Mientras en los cuadrantes inferiores (Cortesia-Separación) los participantes no ingresan en la autorreflexión, solo siguen las reglas de lo establecido, en la mitad superior predomina el cuestionamiento.
El paso a la autorreflexión ocurre cuando al menos algún participante comienza a poner en duda lo que supone o la manera en como piensa el tema convocante. Cuando somos capaces de escindirnos de nuestro pensamiento, y “observarlo” como si fuéramos otra persona, estaremos en condiciones de pensar libremente. Ser capaces de separar el modo en el que pensamos, de lo que somos como personas, no es una tarea simple. Necesitamos estar con la mente abierta, suspendiendo la voz del juicio. En su libro Teoría U, Otto Scharmer propone que en lugar de deshacernos del juicio (algo imposible) debemos investigar nuestros juicios y suposiciones. Podemos lograrlo respondiendo preguntas simples sobre el tema en debate:
¿Es eso cierto?
¿Cuáles son los supuestos que lo sostienen?
¿Cómo se debe ver esa situación?
¿Y si fuera cierto lo contrario?
Cuando los participantes logran la capacidad para cuestionar de manera genuina sus creencias, habrán superado la línea media horizontal del cuadrante, y se desplegará la autorreflexión.
Como podemos inferir, pasar a los cuadrantes superiores requiere de suficiente tiempo y de la atención cuidadosa de las tensiones que se pueden generar entre participantes, para asegurar que la “libertad de pensar” no sea confundida con cuestiones ideológicas, o con formas de “ser” de los individuos. Como resguardo de estas situaciones, será bueno como promotor, constantemente recordar que estos cuadrantes superiores son cuadrantes donde las ideas y reflexiones son evolutivas, y no dogmáticas.
Los grupos son capaces de progresar en conversaciones generativas a medida que lo practican y disponen de tiempo. Reservar tiempo suficiente para profundizar una pregunta o un desafío, suele ser una buena opción para progresar las conversaciones que ayuden al grupo a pensar juntos.
Para ir practicando
Si no te sientes con capacidad para dominar esta potente idea como promotor de procesos participativos, dejamos aquí algunas sugerencias para ir practicando:
1- REVISA TUS EXPERIENCIAS GRUPALES PREVIAS. De seguro has participado de numerosas reuniones grupales. Aprovecha tu memoria y procede a recordar alguna que ha sido significativa, identificando en cuales de los cuadrantes han estado ocurriendo las conversaciones, quienes eran los participantes que se animaron a cruzar las “fronteras” de los cuadrantes, y como fue el resultado. Repetir este ejercicio con varias experiencias diferentes te ayudará a ir ejercitando la identificación de los tipos de conversaciones.
2- PRACTICA CON UN COLEGA. Si tienes la posibilidad y la confianza, reúnete a conversar con un colega, planteando el ejercicio de revisar las creencias, juicios o suposiciones que se sostienen durante la conversación. Aplica las preguntas que suministramos más arriba para ejercitar tu capacidad de pensar libremente. Este ejercicio suele ser incómodo, pero como en los ejercicios físicos, cuanto más lo repitas, más fuerte será tu “musculo” generador de conversaciones vivas, efectivas, divertidas y transformadoras.
3- PRACTICA ESTE MARCO CON TU EQUIPO. Si tienes posibilidades de trabajar en grupo, éste puede ser un espacio “seguro” para recorrer esta idea. Plantea un tiempo de trabajo para presentar el concepto y ponerlo en práctica a partir de una conversación. La mayoría de las personas desearán llegar al último cuadrante cuando conocen la secuencia. Aprovecha el ejercicio para recuperar los aprendizajes más significativo de la experiencia con los propios participantes.
Recuerda que las CONVERSACIONES GENERATIVAS son procesos complejos. Suelen comenzar informalmente, sin una clara definición de un propósito específico, y otras veces emergen dentro de una propuesta de conversación pautada de antemano. También recordemos que sus resultados pueden sorprendernos por lo inesperado.
En este tipo de conversaciones, suele ocurrir que no todos los participantes tomen la palabra, pero esto no necesariamente es un signo de exclusión. Cuando ocurren, en el trasfondo, todos son conscientes de mantener relaciones inteligentes. No requieren un liderazgo para su seguimiento, las ideas grupales surgen formando “patrones” o estructuras que llevan como resultados LA CAPACIDAD PARA PENSAR JUNTOS.
Cuando vivimos la experiencia de una CONVERSACIÓN GENERATIVA, se puede sentir una especie de “fuerza invisible” que guía a los participantes a expresar lo correcto en el momento y forma adecuada para lograr lo que se está buscando pensar.
Anímate a usar esta idea y comparte tu experiencia en los comentarios.
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Bibliografia
The essentials of Theory U. Core principles and applications. C Otto Scharmer. Berrett Koehler Publisher Inc. 2018 USA
Episodio #4 del curso 10 herramientas para el cambio de Kate Sutherland
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Este post, solo es una mirada del tema que compartimos con la intensión de ayudarte a reflexionar para mejorar tus capacidades como promotor de innovaciones. Esperamos que sea de utilidad.