🙋♂️ HOLA!!…
En este mes nos estamos dedicando a explorar LOS SISTEMAS como visión, estructura, o dispositivo, potente para potenciar la tarea de asistencia técnica o extensión para la innovación desde la virtualidad.
Esta semana la propuesta se abre a la consideración de la coordinación como una tarea necesaria a ser desplegada cuando reconocemos que la innovación es el producto de los sistemas de información y conocimientos que las personas construimos cuando queremos cambiar algo, innovar.
Para los nuevos allegados a la comunidad recordamos que todos los temas ya editados permanecen disponibles en el sitio y mantienen abiertos los debates en cada caso. Para acceder ingresa al sitio de la comunidad en Substack.
📚 🖥¡Te invitamos a revisarlos y dejar tus comentarios!
Aquí vamos con el tema de la semana 👇
La coordinación, un proceso clave para la innovación
Créditos: https://redextensionrural.blogspot.com/2012/11/la-coordinacion-un-proceso-clave-para.html
La innovación entendida como producto de un sistema de organización social, nos obliga a repensar el deber ser de la tarea de asistencia técnica o extensión. Gracias a Internet hoy en día resulta más fácil entender el valor que tienen las redes como instrumentos para el cambio. Revisar nuestras capacidades y procedimientos profesionales frente a esta concepción alternativa y complementaria de la innovación, nos ayudará a mejorar la efectividad del cambio.
Ya sea para una carrera de remos como para llevar el hombre a la luna, se requiere tanto de la división de tareas como también de la coordinación entre ellas. Dos requisitos opuestos que deben ser considerados para lograr el objetivo.
Los procesos que llevan a la innovación también implican la tarea y participación de múltiples actores operando de manera coordinada. Un proceso de coordinación que da como producto un sistema que puede ser entendido como una organización social. A veces visible y otras veces no tanto, pero siempre operativa y transformadora. Usar como perspectiva de análisis a la organización social de los actores, implica un desafío interesante para entender y aportar a la innovación desde la asistencia técnica y la extensión.
Detectar los actores que activan o frenan la innovación, ver sus enlaces y relaciones, conocer el poder relativo de cada uno dentro del proceso, sus intereses en torno a un tema, constituirán los cimientos de la tarea y nos permitirán “dibujar” el sistema de relaciones que se establecen. Ver cómo se relacionan y entender cómo se coordinan, es un desafío más grande aún para potenciar la efectividad del cambio. Sobre todo, sabiendo que cada actor es un individuo con su propia historia, sus intereses, sus objetivos de vida, sus expectativas.
Cuenta la fábula que…
“Cuando se le preguntó al ciempiés en qué orden movía sus cien patas, quedó paralizado y murió de hambre, pues nunca había pensado en eso y había dejado que sus patas se encargaran por sí mismas”.
¿Cómo asesores técnicos o extensionistas, debemos involucrarnos en la manera en que están organizados los procesos sociales de innovación? ¿O tendremos miedo de quedar inmovilizados?
Los actores sociales buscamos nuestros propios objetivos estratégicos con mucha autonomía. Partimos de bases de conocimientos diferentes y respondemos a diferentes oportunidades. El concepto de coordinación que intentamos poner como desafío y en debate para potenciar la innovación, no opera para imponer el control en el sentido tradicional descendente. Por el contrario, dado el carácter difuso y auto guiado de los procesos de innovación, la mirada deberá estar puesta en la capacidad de autorregulación y en los mecanismos implícitos que la generan.
El concepto de estructuras disipativas de Ilya Prigogine puede ayudarnos. Él nos propone asociar las ideas de orden y disipación evitando ver sólo a la disipación como pérdida. Valorar el desorden como una oportunidad para un nuevo orden.
Otra opción de apoyo para entender la autorregulación y los mecanismos implícitos en los procesos de innovación, es el concepto de autopoiesis de Humberto Maturana y Francisco Varela que sirve para designar la organización de los seres vivos. La organización social que construimos las personas cuando queremos innovar, puede ser vista como un sistema autopoiético cuya red de procesos y operaciones puede crear o destruir elementos del mismo sistema como respuesta a las perturbaciones del medio. Y aunque el sistema cambie estructuralmente, la red permanece invariante durante su existencia.
Considerar a la organización social para la innovación como una estructura disipativa de orden y dispersión, y como un sistema autopoiético que crea y destruye para lograr la innovación, obliga un replanteo de nuestro papel en el proceso.
La mutua influencia de los actores involucrados en un proceso de innovación construye la estructura básica de la organización. Y como ésta cambia con cada proceso de innovación, no deberíamos pretender repetir fórmulas para nuestro desempeño profesional. En su lugar, será más inteligente destinar suficiente tiempo para analizar la manera en que deberíamos intervenir para potenciar el sistema que se genera como producto de la organización social de la innovación.
Reflexiones
Cambiar el manual de procedimiento por la paleta del pintor podría ser una buena imagen para definir el desafío que enfrenta la asistencia técnica o la extensión como disciplina frente a esta concepción de la innovación: esa que se define como un emergente de sistemas de información y conocimientos en entornos cambiantes y complejos. Un desafío estimulante y creativo para todos los profesionales que se sienten movilizados frente al cambio.
Preguntas
¿Cómo te involucras en la manera en que están organizados los procesos sociales de innovación?
¿Cómo concibes el “desorden” en los procesos de innovación? ¿Como pérdida o como oportunidad de disipación?
¿Si concebimos los procesos de innovación como estructuras vinculares de personas con capacidad de autorregularse (autopoiesis) en qué deberíamos detener la mirada para potenciarlo?
Llamada a la acción
La invitación de acción esta semana está dirigida a reflexionar sobre cómo es que intervenimos en los procesos de cambio cuando debemos desempeñarnos en la tarea de asistencia técnica o extensión en entornos virtuales para apoyar procesos de innovación.
Si entendemos a la organización social para la innovación como una estructura disipativa de orden y dispersión, y como un sistema autopoiético que crea y destruye para lograr la innovación, nos vemos obligados a replantear nuestro papel en el proceso. Revisar nuestro proceder será una tarea critica.
La invitación de esta llamada a la acción es para revisar mentalmente algunas de nuestras últimas intervenciones en apoyo a la innovación, buscando reconocer como procedemos si se presentaron situaciones de dispersión y como reaccionamos frente a procesos de destrucción y reconstrucción de lo inicialmente imaginado. Detectar nuestra predisposición, o rechazo, a estas situaciones puede ser el camino para empoderar los procesos de coordinación desde una lógica que capture la autorregulación que seguro existirán y no aleje de la clásica visión de control en la tarea de coordinación.
Será bueno conocer tu opinión o los resultados de tus hallazgos si tuviste la oportunidad de realizar el ejercicio propuesto.
A mi me pasó ayer, en un grupo de trabajo, una situación de dispersión que el grupo no estaba dispuesto a negociar, y me quedé paralizado como en la “fábula del cien pies” si saber cómo reaccionar. En esta oportunidad al menos no reaccioné intentando controlar el proceso. El silencio me sirvió como opción para darme tiempo para entender estas dinámicas y no condicionar el debate o la resolución del equipo. También es una opción la reflexión silenciosa. Te permite aprender para saber cómo participar en próximas situaciones similares.
Las capacidad para relacionarse y comunicarse, la diversidad y riqueza de las interacciones, la empatía, el diálogo respetuoso y el acuerdo abarcativo, sólo pueden darse en espacios que los promuevan, que generen resiliencia desde una plasticidad creativa que sea respetuosa de las diferencias, que no sólo las tolere, sino que las acepte y que desde ellas trabaje.
Gracias María! muy cierto lo que dices, incluso los entornos que creamos suelen no propiciar esta conexión. Por ejemplo "este espacio" no aparenta ser muy potente para lograrlo. Somos más de 460 personas conectados a la comunidad pero la amplia mayoría, respetuosamente, parece estar más comoda desde el silencio. No está mal, pero claramente no tendría todavía certezas para saber si aquí se promueven condiciones para la resiliencia, o necesitaríamos "mover" la estrategia....¿me equivoco con el análisis? Tu que dominas tan bien esta idea te consulto: ¿Estará este espacio dando oportunidades para la resiliencia de la tarea profesional de asistencia técnica o extensión desde la virtualidad? ... Quizás alguien del grupo tenga una visión al respecto para compartirnos, estaría bueno conocerla!. Gracias nuevamente por acompañar cada semana y ayudarnos a pensar! Sigamos EN-RED-ANDONOS.