¡HOLA! Si ingresas por primera vez a la Comunidad, te contamos que ya somos más de 180 integrantes y que llevamos 4 semanas de intercambios. Aquí dejo los enlaces a los posteos anteriores para revisar si lo deseas: LANZAMIENTO, Semana #1, Semana #2, Semana #3 .
Para conocernos mejor, en la Semana #3 lanzamos una llamada a la acción para completar nuestro mapa de la comunidad. Alli dejé un video instructivo para que te sumes al “mapa”. Revísalo si no lo viste para saber cómo editarlo así podremos conocerte, y conocer a los demás.
Aquí debajo te dejo el enlace para entrar al mapa 👇
Estamos pronto a finalizar el mes de LOS VINCULOS y comenzar en abril con otro eje temático: LOS SUJETOS. Para tener un resumen de lo actuado en otro formato de encuentro, me interesa saber si estás con ganas de que nos encontremos por algún medio de streamming para intercambiar en vivo. Si te interesa la idea, déjamelo saber ingresando en este registro para poder organizar a la medida de tus posibilidades el encuentro virtual. ¡Estará bueno para revisar el mes de LOS VÍNCULOS, practicándolo en vivo!
Ahora si… vamos al tema de esta semana 👇
Cuatro barreras para la colaboración
(Créditos: https://redextensionrural.blogspot.com/2018/08/4-barreras-para-la-colaboracion.html / y https://www.poynter.org/news/four-barriers-collaboration )
En la era de la interconexión, el desafío más difícil para cualquier proyecto participativo es profundizar y ampliar la cultura colaborativa. Para lograrlo no solo debemos estar dispuestos a propiciar el incentivo grupal por sobre el individual, sino también ser capaces de identificar y derribar aquellas barreras que la obstaculizan. Las “4D” que pueden hacer la diferencia son: la distancia, la dominancia, la disonancia y el disgusto. Aquí van algunas pistas para descubrirlas, saltarlas y facilitar el trabajo colaborativo.
En los proyectos participativos, la tarea de encontrar incentivos que premien el desempeño del grupo por sobre el individual, requiere de un acompañamiento adecuado a las circunstancias. Un liderazgo que sepa superar las limitantes e inspire a los otros a imaginar nuevas formas de colaborar.
Si bien, existen diferentes estilos de liderazgo, la tarea de propiciar el encuentro para la colaboración, también implica un análisis de las barreras potenciales que pueden estar conspirando con ella. Los obstáculos a la colaboración pueden existir en cualquier lugar y momento del proceso, en especial si el proyecto tiene ya una historia recorrida.
A manera de ayuda para poder identificar las principales barreras que pueden complicar los procesos colaborativos, abordaremos una descripción de las “4D” que pueden hacer la diferencia. Si las identificas en los procesos que apoyas, será necesario un esfuerzo para derribarlas. ¡Animo! Siempre es posible si damos el primer paso: reconocerlas.
Distancia
Cuanto mayor es la distancia entre los integrantes del proyecto, mayor es la posibilidad de una comunicación defectuosa. La distancia no solo refiere a la dimensión física, también existen distancias intelectuales, ideológicas, afectivas, sociales, etc. Estar lejos, fuera de la “vista”, fuera de la “mente”, implicará también la falta de contacto para el intercambio de ideas que potenciarán el proyecto en común. En un mundo cada día más virtual, el “cara a cara” aparece como devaluado. Cuando las lógicas virtuales comienzan a dominar los proyectos, el encuentro se transforma en la opción. Solo allí podemos identificar las emociones que cimientan estos alejamientos. Si detectamos estas distancias, entonces: ¿Por qué no pedirles a los actores del proyecto que imaginen cómo construir un espacio de trabajo para fomentar el encuentro y la colaboración?
Dominio
Cuando afloran jerarquías en el proyecto, es probable que la colaboración se debilite. No importa que sean “reales” o “percibidas”, para el caso da lo mismo. El trato, la afinidad, las relaciones entre los integrantes, son los indicadores más sensibles para identificar dominancias en las relaciones entre actores del proyecto. La identificación de estos patrones de comportamiento diferenciales, asociados a una creencia de dominancia de unos sobre otros, requiere de una mirada atenta sobre lo que se “aplaude”, lo que se “recompensa”, lo que se “apoya” y las atenciones que se “dispensan”. Si nuestro entusiasmo en el proyecto hace que estos comportamientos pasen desapercibidos en el proceso, habrá que diseñar “alarmas” que los detecten. La observación participante de un integrante no involucrado en el proyecto puede ser una buena estrategia para la detección. Alguien que cada tanto, acompañe el proyecto para detectar estas situaciones.
Disonancia
También conocido como has lo que yo diga y no lo que yo haga. Las operaciones disonantes son un reaseguro para minar la colaboración, no importa de quien emanen, en la tarea colaborativa siempre se requiere coherencia entre el discurso y la acción. Debemos ser capaces de orientar la participación. Los intercambios deben ser coordinados, claros y trasparentes. La colaboración no es solo llevarse bien. Significa trabajar juntos creativamente y colegiadamente hacia objetivos compartidos, incluso bajo presiones, o con plazos acotados. Una buena estrategia para evitar esta barrera es organizar periódicamente con los integrantes, rondas de opiniones que permitan identificar disonancias.
Disgusto
En este caso nos referimos a no-estar-a-gusto, no estar cómodos en el proceso. El disgusto no solo suele ocurrir en relación con el lugar que le puede tocar ocupar a los miembros del proyecto. También ocurre por ejemplo cuando los integrantes no se conocen, profesional o personalmente, cuando no tienen idea de cómo hacen lo que hacen. En especial en proyectos multitareas, donde los integrantes no necesariamente tienen trabajos o funciones específicas o excluyentes. Cuanto más sepamos sobre todos los integrantes del proyecto, no solo como personas sino también sobre las habilidades que tienen, mejores colaboradores seremos. El encuentro periódico y la retroalimentación directa, son las mejores herramientas para poner más a gusto a los participantes.
Preguntas
Basándote en tu experiencia en procesos colaborativos:
¿Qué tan probable es la aparición de estas barreras según tu experiencia?
¿Qué emociones generalmente vienen asociadas a estas barreras?
¿Has tenido experiencias colaborativas en las que dichas barreras se transformaron en determinantes? ¿Por qué no se actuó para derribarlas?
¿Reconoces otras barreras en los procesos colaborativos?
Reflexiones
La distancia, el dominio, la disonancia y el disgusto se traducen a veces en expresiones tales como: “no te veo ni te escucho”, o “estamos en nivel diferentes”, o “tengo otras instrucciones”, o “realmente no entiendo lo que haces”. Todas de alguna manera dan cuenta que la cultura colaborativa está enferma.
Para profundizar y ampliar la cultura colaborativa, debemos ser capaces de identificar y derribar estas barreras. Si escuchamos estas frases será necesario reconocer cuál es la barrera que está actuando, para intentar desactivarla y facilitar la colaboración. Como esta identificación resulta particularmente más difícil en los entornos virtuales de asistencia técnica o extensión, la tarea implicará el despliegue de diversos dispositivos sincrónicos y asincrónicos.
Llamada a la acción
A modo de desafío “comunitario”, para este tópico les propongo imaginar una acción para desarmar algunas de las “4D” que consideres está actuando en nuestra comunidad de aprendizaje al momento. Si has seguido las acciones de las semanas anteriores no te resultará difícil hacer el ejercicio.
a- Para reducir la DISTANCIA te propongo imaginar y compartir en los comentarios, cómo construir algunos espacios complementarios de trabajo para fomentar el encuentro y la colaboración de los integrantes de la comunidad.
b- Para reducir el DOMINIO estaría bueno que alguno de Uds. proponga y convoque a un observador no involucrado en el proyecto que, cada tanto, nos acompañe para indicarnos aquellos comportamientos con mucha frecuencia se “aplauden”, se “recompensan”, se “apoyan”, pasando desapercibidos en el proceso, y alimentando los patrones que alimentan el dominio en esta comunidad.
c- Para reducir la DISONANCIAS propongan algo que tengamos que construir juntos (procesos / acciones / dispositivos) que nos ayuden a organizar periódicamente rondas de opiniones que permitan identificar disonancias entre “el discurso” y “la acción” dentro de la comunidad.
d- Para reducir el DISGUSTO (no estar a gusto) Imaginen formas de encuentros periódicos para la retroalimentación directa entre participantes. Cuanto más sepamos sobre todos los integrantes de la comunidad, no solo como personas sino también sobre las habilidades, mejores colaboradores seremos y más a gusto estaremos. Desde aquí imaginé que el mapa puede ayudarnos, complétalo según lo conversa en la llamada a la acción des la Semana #3
¡Anota tus ideas o propuestas en los comentarios, haciendo referencia sobre en cuáles de las 4 barreras de la colaboración actuaría!
Hola a todos! En cuanto a la consigna propongo que para reducir la distancia haya mas "lugares" como éste. Donde las personas, de cualquier parte del mundo, interactuen haciendo un buen uso de la tecnología, que cada vez nos acerca más. Mediante videos, videoconferencias, textos, foros, padlet, ect. En cuanto a las distancias ideológicas y sociales propongo más respeto, saber escuchar (o leer) y empatía que tanto nos hace falta.
A pedido de Rafael De Rossi <derossi.rafael@inta.gob.ar> se carga este comentario...
Las 4 D existen y operan en nuestro entorno a diario en lo que designamos como articulación interinstitucional, especialmente con los municipios. Entonces, hay que bajar un cambio con la velocidad del proceso que pretendemos, y hay que adquirir una actitud cercana a la santidad para generar confianza, dado que su ausencia es el motor de alguna de las 4 D, o de sus combinaciones. También hay que estar dispuesto a experimentar la humillación en el intento.